Foto extraída de Gobierno de México en X.

Durante su participación en la IX Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Tegucigalpa, Honduras, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó una propuesta de gran alcance para fortalecer los lazos económicos y sociales en la región. En un llamado contundente a sus homólogos de los 33 países que conforman este organismo regional, invitó formalmente a realizar una “Cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe”, con el propósito de convertir en realidad una integración regional basada en la prosperidad compartida, la cooperación, y el pleno respeto a la soberanía de los pueblos.

“Les invito, que la CELAC convoque a una Cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe para hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías…”, afirmó Sheinbaum, subrayando que la historia, cultura y geografía unen profundamente a los países del continente, conectando dos hemisferios y dos océanos a través de siglos de comercio, colaboración y lucha común.

Desde una perspectiva profundamente humanista y con una visión estratégica regional, la mandataria mexicana subrayó la importancia de no dejar a ningún país rezagado en el camino del desarrollo. “Ningún país de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás, ningún niño o niña de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás, ningún hombre o mujer de América Latina y el Caribe debe quedarse atrás”, enfatizó, haciendo un llamado a la inclusión total como principio rector de cualquier proyecto de integración.

Claudia Sheinbaum sostuvo que una Latinoamérica más unida es una Latinoamérica más fuerte, capaz de articular acciones conjuntas en áreas clave como el comercio, la educación, el desarrollo científico y tecnológico, el uso de energías limpias, y la conservación de la biodiversidad. Entre los ejemplos concretos de cooperación regional que propuso se encuentran: el impulso a la autosuficiencia alimentaria, con un comercio más dinámico y complementario de productos agropecuarios; la consolidación de un Plan de Autosuficiencia Sanitaria, que integre plataformas regionales de agencias reguladoras y promueva la fabricación y el reconocimiento mutuo de medicamentos; y el establecimiento de cadenas de suministro regionales en el ámbito médico. Estos esfuerzos, destacó, deben ir acompañados de acuerdos comerciales que refuercen las economías locales sin comprometer la autonomía nacional.

Foto extraída de Gobierno de México en X.

Al presentar el potencial económico del continente, Sheinbaum recordó que la región latinoamericana y caribeña está compuesta por 663 millones de habitantes, con un producto interno bruto conjunto de aproximadamente 6.6 billones de dólares. Además, resaltó que es la principal región exportadora neta de alimentos en el mundo, con tierras fértiles, más del 30% de los bosques primarios del planeta, el 33% del agua dulce, casi el 20% de las reservas globales de petróleo y al menos el 25% de los minerales estratégicos. Este cúmulo de recursos, señaló, ofrece una gran oportunidad para desarrollar una economía con justicia social y sostenibilidad ambiental, incluyendo acciones concretas para mitigar y adaptarse al cambio climático.

Recordó también que a 15 años del primer encuentro de la CELAC, el contexto internacional ha cambiado de forma significativa. El nuevo escenario global presenta desafíos que requieren respuestas regionales más articuladas, ya que los países de América Latina y el Caribe se ven afectados por transformaciones profundas en el comercio mundial. En este sentido, subrayó que cada nación tiene plena legitimidad para buscar lo mejor para su pueblo, pero también que la unidad y la solidaridad regional son hoy más necesarias que nunca.

“Hoy más que nunca, es un buen momento para reconocer que América Latina y el Caribe requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y sus pueblos…”, expresó Sheinbaum al reiterar que esta integración debe construirse siempre en el marco del respeto mutuo, la soberanía nacional y la libertad de cada país para decidir con quién y cómo establecer sus acuerdos económicos.

La Presidenta mexicana también enfatizó la urgencia de abordar el tema de la movilidad humana desde una óptica humanista, posicionando a México como un referente en la atención a las causas estructurales que impulsan la migración, como la pobreza, la desigualdad, la violencia y la falta de oportunidades. Señaló que esta ha sido una postura histórica del país, que busca resolver el fenómeno migratorio no desde la represión ni la criminalización, sino desde la justicia social.

Foto extraída de Gobierno de México en X.

“Rechazamos el racismo, el clasismo, la violación a los derechos humanos y la criminalización de hermanos de nuestro continente que por alguna causa han tenido la necesidad de migrar hacia el Norte. También rechazamos, como lo ha hecho históricamente México, las sanciones y bloqueos comerciales que solo dañan el bienestar de los pueblos y no construyen regiones de paz y prosperidad”, manifestó con firmeza.

En este contexto, reafirmó que la política exterior de México está guiada por la búsqueda de la paz, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la resolución pacífica de los conflictos. Y fue enfática al condenar las medidas unilaterales que han afectado a países hermanos:
“También es menester decirlo fuerte y claro: Rechazamos, como lo ha hecho históricamente México, las sanciones y bloqueos comerciales que solo dañan el bienestar de los pueblos y no construyen regiones de paz y prosperidad. No al bloqueo a Cuba. No al bloqueo a Venezuela. (…) Apoyamos la convocatoria para la realización de una reunión dedicada a la construcción de la paz en Haití”, expresó.

Aprovechando su posición como primera mujer en la historia en asumir la Presidencia de México, Sheinbaum compartió que desde hace seis años su país ha iniciado un camino transformador bajo el proyecto de la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México, basado en el Humanismo Mexicano y en la construcción de derechos sociales para toda la población.
“Jefas y Jefes de Estado y de gobierno, representantes de Gobiernos y de Estados: Como la primera mujer Presidenta de México, un país extraordinario, con un pueblo glorioso, les comparto que en México hemos aprendido que, frente a la adversidad, siempre la esperanza, y la esperanza hoy es la unidad. ¡Que viva América Latina y el Caribe!”, concluyó.

En esta IX Cumbre de la CELAC, donde se concretó el traspaso de la presidencia pro tempore de Honduras a Colombia, la participación de la Presidenta Claudia Sheinbaum dejó un mensaje claro: la unidad, la solidaridad y la cooperación económica justa son el camino para el bienestar de América Latina y el Caribe.